Os mostramos un rito original para poder realizar en vuestra ceremonia. En este caso, se puede combinar perfectamente con cualquier otro rito, como son el de la arena o el de la luz (lee nuestros post si no los conoces), puesto que no conlleva una lectura que alargue la ceremonia. Se trata simplemente de un acto breve, consistente como su propio nombre indica, en «saltar la escoba».
Origen del rito de «saltar la escoba»
Este ritual de «saltar la escoba», tiene origen en el pueblo gitano romaní, aunque es en Gales el primer lugar del que se conoce la celebración de este rito. La escoba, realizada artesanalmente a partir de un arbusto, permanecía en un rincón de la Iglesia durante la ceremonia. Al terminar, se colocaba a la salida, en el suelo y saltaba primero el novio y después la novia. A partir de ese momento, la escoba también formaba parte de la nueva unión. Se llevaba a la casa de la pareja y se colocaba detrás de la puerta para ahuyentar los malos espíritus o vibraciones, que pudieran atacar el nuevo hogar.
Paralelamente a este origen, también existe un origen africano, concretamente nacido en Ghana. Durante la ceremonia se agitaba la escoba sobre la cabeza de los novios para ahuyentar los malos espíritus. Al terminar, al igual que en el caso del rito europeo, los novios saltaban sobre la escoba para sellar su unión.
El rito africano viajó hasta América, siendo muy popular entre los esclavos. Para ellos el matrimonio estaba prohibido legalmente, y la celebración de este rito les servía para unirse simbólicamente como pareja y conectar a la vez, con sus raíces africanas. Después, al igual que en África y Europa, la escoba se guardaba para proteger a la pareja. Tras la abolición de la esclavitud, esta tradición se abandonó por el recuerdo que suponía de esta oscura etapa de la historia. Con el tiempo se recuperó y ahora, para la comunidad afroamericana, supone un homenaje a sus raíces africanas.
Simbolismo
De una u otra forma, todos los orígenes coinciden en el simbolismo de barrer lo pasado y dejar limpio el camino hacia el futuro. Saltando juntos se da el salto a la vida común en la que ambos os vais a proteger y a compartir vuestra vida. Además, al tratarse de una escoba, un objeto de uso cotidiano en la casa, simboliza también el que compartiréis todas las tareas del hogar. Atrás quedaron los tiempos en los que solo era la mujer la que tenía que realizarlas.
Sugerencias para «saltar la escoba»
Si queréis implicar también a la familia y amigos, una bonita idea es que al terminar la ceremonia, una vez que ya «estéis casados», caminéis por un pasillo creado por los invitados. Y al final de él encontréis la escoba, sujeta en cada lado por un invitado de parte de cada uno de vosotros. Si habéis realizado también el rito «handfasting», después de saltar la escoba, podéis ahora atar las cuerdas o lazos en el mango.
La escoba la podéis usar después como un elemento decorativo, detrás de la puerta. Obviamente estamos hablando de escobas tipo «bruja», que son las que tienen encanto, las de cepillo le darían un toque muy poco romántico a nuestra ceremonia. Podéis hacerla artesanalmente, con motivos florales o lo que se os ocurra para hacerla más vuestra. Aunque siempre está la opción de comprarla hecha.
Anécdota
Como anécdota os contaremos que una de las razones del repunte actual de esta ceremonia viene dado por la famosa serie «Anatomía de Grey» con la boda de Bailey.
Consejo final
Igualmente, si escogéis este ritual como colofón a vuestra ceremonia, os damos un pequeño consejo: que la escoba esté bien cerca del suelo. No queremos que al saltar los dos juntos de la mano podáis tener un tropiezo, y el momento romántico se convierta entonces en un momento clown.